ESTUDIO SOBRE LA MONEDA SALVADOREÑA



Estudio sobre la moneda salvadoreña
y centroamericana desde la colonia


Dr. Rafael González Sol

Fragmento


Es fascinante encontrarse con algún documento histórico que hable sobre el desarrollo de los pueblos, en este caso de El Salvador. En esta entrega Gallo Giro Literario quiere compartir este Estudio del doctor Rafael González Sol, que después de acusiosas investigaciones pudo realizar y publicar. En la Revista de Historia .
La Revista de donde se ha tomado es propiedad del Lic. Atilio Peña Camacho, quien comprendiendo que es necesario que la gente conozca su historia, accedió y nos dio una fotocopia de la cual hemos extractado la parte que ahora ofrecemos. El documento es más extenso, pero aquí compartimos solamente un fragmento, muy específico.

Monedas Coloniales

“Durante el coloniaje, las monedas que se usaron fueron más o menos las mismas que circulaban en los reinos unidos de Castilla y León, hasta 1516; después en los de Castilla, Aragón y Portugal desde el año anterior hasta 1700; enseguida, la de los reinos unidos de España, o sea León, Castilla, Aragón, Granada, Navarra y Cataluña, hasta 1821; rezando en todas esas monedas , de oro o de plata y en el anverso, la conocida inscripción que dice en latín: “Fulano números tanto, del gratia, Hispaniarvm et Indiarvm Rex” ; o sea: Fulano de tal número, por la gracia de Dios, rey de España y de las Indias•.
Pero mientras en España eran comunes y de uso corriente las monedas discoidales, redondas, en nuestros países circulaba la moneda de forma irregular, llamada moneda cortada, moneda macuquina, macacos o moneda de cruz, por llevar grabada la cruz de Jerusalén siendo muy raros los ejemplares redondos, los que circularon en los últimos años del coloniaje, y que llamaban: “monedas de pilares debido a dos columnas grabadas en una de las caras que representaban las de Hércules con la inscripción de “Nom Plus Vitra” y que quiere decir “No más allá”, por la errónea creencia de que hasta allí llegaba la superficie de la tierra, columnas que después fueron insignias del reino de Cataluña.
Indudablemente la moneda macuquina era moneda obsidional o de emergencia, hecha o acuñada en México y el Perú, para llenar las necesidades comerciales de los nuevos reinos o colonias de América, lo cual se comprueba con la existencia de monedas españolas de la misma época y de años anteriores, perfectamente circulares.
En efecto, poseemos dos monedas redondas de plata de 8 reales cada una, de Carlos II, del año 1682, y de Felipe IV, de 1646 y una de oro de 1623; en cambio, en cientos de piezas irregulares de monedas de moneda macuquina, hemos visto grabados los años comprendidos entre 1718 a 1768, o sea más o menos un siglo posteriores a las primeras.
En las pragmáticas reales posteriores a 1492- año en que se verificó el descubrimiento de América-, hemos buscado disposiciones que detallen la forma e inscripciones de las monedas de oro y plata, sin encontrar ninguna; siendo relativos los detalles allí consignados solo al peso de las distintas monedas, de diversos nombres según su valor y época, llamándose Excelentes, medio excelentes, cuartos id., doblas, sueldos, castellanos, ducados, florines, tomines, etc., habiendo aparecido el escudo o corona con Carlos I en 1537, y en la serie llamada “la granada” unos lustros antes. Las coronas se ordenaba que 58 hicieran un marco y que fueran de 22 quilates.