TERTULIA CASA EL SALVADOR

Alberto Orellana Ramírez
en Tertulia Casa El Salvador
de Los Angeles-California


El veinticinco de Junio pasado, el Periodista, poeta y escritor salvadoreño Alberto Orellana Ramírez, concurrió a una Tertulia que organizaron Angel Alfaro, Mario Cuéllar y otros amigos coterráneos de la “Casa El Salvador”. Ocasión en la cual se presentó a los salvadoreños residentes en los Estados Unidos (Los Angeles, California) el libro “A Flor de Piel”. Además, de Presentar y hablar del libro de poesía, la conversación versó sobre la literatura salvadoreña en el momento actual y, algunos tópicos de política nacional.
Los salvadoreños-angelinos, mantienen un alto interés sobre la cultura de nuestro país, y están madurando el proyecto de realizar una Jornada Cultural en Los Angeles, en Conmemoración al Bicentenario del Primer Grito de Independencia de Centroamérica. Se habló de una Feria del Libro salvadoreño, un Festival de Poesía y un Concierto de música centroamericana. El Proyecto de conmemoración al Bicentenario de de la Insurrección del Cinco de Noviembre, piensan se puede realizar con las demás organizaciones de salvadoreños que residen en Los Angeles y en cooperación con el Ministerio de Relaciones Exteriores salvadoreño, se espera que esa celebración alcance un éxito estupendo ya que hay entusiasmo en realizarla.

GALERIA DE FOTOS

PRESENTACION DEL LIBRO "A FLOR DE PIEL"
CASA EL SALVADOR
LOS ANGELES CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS

FOTOS DEL EVENTO










POESIA

En esta oportunidad le cedemos espacio a la poeta María Guardado que, además de los méritos estéticos, tiene una experiencia de sufrimientos insufribles, pues durante de la guerra civil que vivimos los salvadoreños en la década de los 80, esta mujer del pueblo fue capturada por la ex guardia nacional, encarcelada, torturada y vivió situaciones crueles que rondaron la muerte. En la guerra perdió a su hijo y a otros parientes. Hoy reside en Los Angeles y, en la poesía encontró la forma de comunicar su dolor y también su esperanza de que El Salvador construya el camino de la libertad, la soberanía y la independencia. Hoy presentamos un fragmento de uno de sus poemas.


Madre
María Guardado


Regreso traumada, taciturna,
buscándote en las cabezas
que cuelgan y que ruedan
con lujo de barbarie
por los enemigos del pueblo,
pero hijo mío, tu no estás,
son los hijos de otras madres.

Te busco en el campo, y en las ciudades
levantando las piernas y los brazos
de los cuerpos desgarrados por los perros,
como queriendo encontrar
tus verdaderas señales,
aquellos dos bellos lunares,
pero hoy como ayer, hijo mío,
son los hijos de otras madres.

Terminé con la última alternativa,
hijo de mi alma,
buscándote en todos los penales
de donde salí con mi corazón
fortalecido por el coraje,
porque mi único delito es el de ser madre
y sin piedad me golpearon los guardias animales.


La poesía de jóvenes poetas no puede faltar en Gallogiroliterario, y consecuente con la estética que se trabaja en el país, está presente Roberto Carlos Guevara Molina miembro del Grupo Literario “Los Cinco” de la ciudad de Soyapango. Presentamos fragmento de uno de sus poemas:

Comunicación Visual

Tus ojos me confunden,
Quizás por ser pequeños,
Ovalados;
Pero también tus ojos
Me hablan del alma,
Tus ojos son un signo.

Cuando tu mirada es directa,
Alerta, profunda,
Tus dos ojos se vuelven uno,
Me comunican tantas cosas,
Tantas formas de verme desnudo.

Tus ojos son sensibles
Ante la luz de mis ojos,
Mis ojos son esquivos
Ante el furor de tu cuerpo.

Tu me ves, yo te siento,
Los ojos como tales se buscan
Y quieren sentirse ante otros despiertos.
Los ojos son sencillos, esquivos,
Tiernos, selectivos.
Los ojos son un signo.

Tu me ves, yo te veo
Nuestros ojos están llenos
De nuestros cuerpos.


Para cerrar esta Sección de poesía, se seleccionó del libro A Flor de Piel ,del poeta Alberto Orellana Ramírez. Libro que recoge de la realidad cotidiana los sub-géneros infantil, erótico, hermético y denuncia, el poema Entre las Ramas, siguiente:

Entre las ramas

Entre las ramas
el ruido, tu voz,
la palabra sonora
ha caído
al oído que abarca
los contornos de mi existencia.

¿Eres tu mi niña?
Que quiebra el silencio
en chispas de cristales ambarinos.

Te percibo en la piel
bañada de luna,
en cada salto
de la ronda
del juego de las niñas.
Que abren mis ojos cansados,
fatiga de sonidos
en el susurro de verano
que está abriendo
el arrullo de tu canto.
Sigue que la luna
-naranja partida-
estrena luz esta noche.
No detengas el baile
de las palabras,
flores de tu boca
en el danzar
de la fiesta imaginaria
bajo el resplandor
de las hojas
del limonero joven.
Locura de baile
entre las ramas.

FABULA

La pasadita de los coyotes y las gallinas

Teresa y Remigio noches enteras no dormían, atentos a los latidos de Pacún y la Bermeja y al cacarear de las gallinas y los tres gallos que componían la comunidad de aves del palo de jocote colorado.
Fue la Tere la de la idea que para pegar los ojos había que hacer un chiquero, y se lo dijo a su compañero de vida. “Mirá, Remigio. He estado pensando que les hagamos un “escampadito” a esa infelices gallinas. ¿Y vos que decís?. Remigio con ceño cerrado, contestó: “Hay que coquearlo bien. La idea es bonita. Pero no tenemos saranda”. La tere siempre emprendedora, de inmediato respondió: “Andá con los cipotes grandes y van a cortar en la hondonada unas varas de bambú y unos postes de madrecacao y con eso se hace el chiquero y para que no se mojen en el invierno les ponemos unas cuatro latas. Hay que mercarle al señor Chema unos rollos de mecate seco de huerta. Con eso vamos a detener para mientras a esos coyotes malvados.”
Remigio viendo la decisión de la mujer, dijo: “tenés razón, esos coyotes come gallinas van a dejar de joder a las pobres animalitas.”

*****

El resplandor de la luna estaba como el día. La mancuerna de coyotes con el mayor sigilo se acercaron al palo de jocote colorado. Los ojos se les abrieron como si hubieran visto al “Cadejo negro”, y alzaron la cabeza tratando de oler a las aves. “¡Idiay vos! Mira Caramba que nos jodieron aquí no hay ninguna gallina.” Caramba, dijo en forma quedita: “¡Berrinche por la puta madre! Cerrá el hocico pendejo.” Y como era el mayor tenía derecho de reprender al Berrinche, que por su juventud era arrebatado. Y con tono optimista, le aconsejó: “No te aflijás, que el que se aflije se afloja. Ya las vamos a encontrar, ese “maje” de Remigio no tiene cabeza para idiarse una buena pasadita. Esa ha sido la Tere, la del rollo. No las pueden haber vendido a todas, porque entre ellas hay unas ponederas que la Tere está recogiendo los huevos para hacer un nido y tener pollitos.” “Pero mirá Caramba, a mi me están chirriando las tripas me están pidiendo a esos dos gallo “capones” que, como están jóvenes su carne ha de estar blandita. Te aseguro que todavía esos “majes” no han chinastiado a ninguna polla. Todavía no conocen hembra, están en la época de la paja.”
El Caramba con ojos nocturnos, dijo: “¡Ve vos! Que importa si todavía no se han trepado a una gallina. Aquí lo que vale es que la panza la tengo pegado al espinazo.” - “¡A huevo!”- contesto Berrinche.” Y continuó, “volemos lámpara, haber onde las han pasado.”
Los dos animalejos siguieron buscando, ponían las patas como si estuvieran forradas de seda para no hacer ruído. A grado tal, que ni Pacún ni la Bermeja se daban cuenta que allí andaban sus dos grandes enemigos. Los coyotes, animales diestros en la caza, siguieron buscando. Hasta que Berrinche en un claro del solar, vió el reflejo de las varas de bambú. “Oyó vení, mira allá, alli están. ¡Por diosito, y que me llamo Berrinche que allí están esas putas gallinas.”
Caramba peló ambo ojos, y con voz de satisfacción, exclamó: “¡No jodás Berrinche hijueputa! Si allí están. Yo ya estaba pensando que nos había cagado el zope. Este cabrón de Remigio está como aquellos que estaban jode que jode con ¡La mano dura!”. El Berrinche estuvo presto a responder: “Éste nos está queriendo joder con ¡La mano super dura”. “¡Nombre! Que está diciendo hoy no se trata de manos, ¡Es por gusto! Si les dan oportunidad pueden andar por allí, sitiando las calles, pero nada de na.” Caramba comento en tono suave: “ellos tienen la culpa, se ponen a descuajar los palos para que los carros tengan super carreteras y a los pobres, que se los lleve putas. Y no solo eso, también para hacer casas para los ricos, y a uno lo dejan sin un lugar donde hallar ni siquiera una paloma arrocera, ni siquiera para un chorchíngalo y que decir, ni un garrobo. Y así quieren que no les robemos ni una gallina. ¡Nombre así no es la babosada! Cada uno debería tener su espacio, pero cuando lo excluyen, no queda otro camino que el que nosotros estamos siguiendo.”
Mientras hablaban cada quien le daba mordisco al nudo del mecate que sujetaban las varas de bambú. Berrinche, le dio una idea a Caramba, “Mira vos, no sería más rápido que escarbáramos debajo del tapexco de las varas, así hasta podríamos traernos una macuerna de gallinas cada uno.” ¡Vos si que jodés! Seguí mordiscando el mecate que ya vamos abrir y dejá de estar pensando culeradas.”
“Mirá Caramba –dijo Berrinche- hemos tenido suerte que los chuchos no se han puesto a hacer el escándalo con sus latidos.” Caramba regañó a su joven compañero de esta manera: “¡Berrinche ya me tenés hasta los huevos! Hablás carburo, como esos políticos en la Asamblea. ¡No hombre! Esos chuchos están pijiados, si todo el día Remigo los lleva a cazar, los anda de arriba para abajo. Cuando entremos no hagás bulla, ni el menor ruido. Cuando sientan las gallinas ya las tenemos del buche. Y vos no te vayas andar buscando a los “Gallos capones”. Ante esa andanada de reproches, Berrinche se “le paró”: Vos come mierda. Que yo voy hacer lo miyo, vos agarrás la que tengás más cerca. Vos entrás para adentro a estampida que yo voy a rumbiar con los “capones”.
Entraron sigilosos al corral, pero el gallo mayor los sintió, vio a los coyotes y comenzó a quequiriquiar y de allí en adelante fue un coro de gallinas y gallos.
Berrinche ya le había caído a dos pollonas en el pescuezo. Caramba le cayó al gallo viejo –y le dijo al oído para que no andés de novelero- y le trituró de un solo mordisco la cabeza. Y en un zaz salió y se fue entre la milpa, patas para que te quiero.
A la bulla de las aves se levantaron Teresa con un candil carretero encendido y Remigio con lámpara en mano y una escopeta de perdigones. Pero los coyotes ya habían puesto patas en polvorosa. La Teresa solo vio gotas de sangre en el suelo.

*****

¿Qué le pasó a Teresa y Remigio? La imprevisión. Sin en vez de mecate de huerta le hubieran puesto saranda o alambre en las amarraduras, no hubieran podido entrar Caramba y Berrinche. Por otro lado, la prepotencia de Remigio no funcionó. Así hay otros que quieren ahuevar al prójimo. Desconocen el derecho de otros y, se olvidan que la vida tiene sus vueltas. Hoy estamos aquí, mañana no sabemos. El barquinazo puede llegar el rato menos pensado.

Lo Dialéctico en lo Literario

Ponerse a pensar sobre las bellas letras, como se decía antes. Uno se da cuenta que la literatura es un producto humano directo de la sociedad. No exenta de contradicciones, que el escritor, el poeta necesariamente tienen que tener presente al momento de elaborar su producto espiritual.
El poeta y el escritor, (vale esto como una hipótesis), al usar la imaginación, la pasión, la memoria y la intuición y de toda la pirotecnia que es capaz, hace uso de la experiencia concreta en el manejo de la realidad, haciendo la combinación de lo objetivo y lo subjetivo. Sería el caso, si lo hace sobre el paisaje (naturaleza circundante), o de la gente con sus gestos, la expresión idiomática. Y si su trabajo está concebido en la parte íntima, siempre cae en la experiencia. Y esa experiencia presenta contradicciones. Ahora, si el escritor, el poeta y el artista consciente o inconscientemente se mete en la dialéctica
porque la dialéctica está presente tanto en lo espiritual como en lo material del sujeto en cuestión.
Aquel que afirma que su obra está referida a la parte espiritual íntima, que no tiene que ver con la sociedad o la naturaleza, que es el imaginario el que lo arrebató, a éste podríamos aplicar el calificativo torremarfilista y su obra podría tener aliento débil, pasajera sin permanencia.
La poesía, la narrativa y el arte tienen estructura. Y esto se explica en el caso de la literatura, la contrariedad que se da en los personajes, en el lenguaje, la expresión corporal, la naturaleza, el espacio y el estilo (filología), quiera o no está dentro de la contradicción. Y aquí no se habla de preceptiva. Si no de arte moderno, las gentes, las cosas y las palabras. Si nos ponemos a observar, encontramos que necesariamente tienen un soporte material, que a veces no lo percibimos, pero está presente.
Habrá escritores, poetas, críticos y hasta filólogos, que no estarán de acuerdo con el planteamiento que se está sustentando ¡Qué bueno! Porque eso es contradicción, eso es lo dialéctico. Y se afirma esto, porque aquí no se está buscando la descripción del sexo de los ángeles. No. Se está queriendo hacer partícipe a la gente que escribe con la gente de la llanura (lector) que lee e interpreta un texto literario.
La literatura, y la cultura en general, es superestructura. Reencuentro en el mundo de las ideas y la realidad material, que en el proceso de formación del poema, del cuento, de la novela y el ensayo, en ese proceso dialéctico va profundizando el contenido, hasta llegar auxiliado por la forma va a desembocar en un producto espiritual que, al glosarlo encontrará que tiene sujeto, verbo y predicado que le dan la firmeza a la oración, al párrafo de mantenerse en el tiempo y el espacio.
Hasta hace algunos años, la gente se aprendía de memoria el poema que le gustaba y lo recitaba para si mismo o lo compartía con los demás. Y si se trataba de un apólogo, lo memorizaban y lo contaba, lo compartían con otras gentes. A eso los intelectuales dan en llamar la oralidad en la literatura. La pregunta que cabe ¿es eso es de antaño?¿Será que la literatura y la poesía han perdido calidad? No, lo que pasa en la actualidad es que no se lee, no se quiere leer se ha caído en una pereza mental. No se piensa, se repite lo que otros han dicho y de esa manera queremos darle soporte al argumento que se está defendiendo.
Y en cuento a la retentiva, no se aplica por falta de ejercicio y la memoria se vuelve lenta o no recuerda lo que vio, lo que leyó. Pero volviendo a la cuestión, al punto que tratamos, diremos que en cualquier movimiento, en la acción de los personajes sea esto en poesía o en prosa, nos encontramos con la dialéctica, y esto porque se lo propuso el autor. Pueda que si, pero lo más probable es que no, fue el desarrollo del sujeto literario el que al actuar se metió en la contradicción. Entonces pues, la literatura y la poesía participan de la dialéctica o la dialéctica está en el pensar del poeta o el escritor que al trabajar el tema incrusta la contradicción en el contenido…
Hoy si acaso, en las ciudades del interior del país, en los velatorios o velorios hay quien cuenta cuentos que, espontáneamente narran cuentos de espantos, otros “chiludos”. Y, si acaso, alguna leyenda nahuat. .
Quizá esta observación esté evidenciando algo profundo que, los escritores y poetas obviamos sin damos cuenta que el producto literario, a veces, responde más a la premura de tiempo que a la calidad porque no se deja madurar lo suficiente.
Vuelvo y digo: la literatura en general es dialécticas, no solo por su contenido, es unidad y unicidad. Que el buscador encuentre la textura y contradicción, es decir: tesis, análisis y síntesis.