Está por llegar la barca anunciada
Alberto Orellana Ramírez
El murmullo de la brisa
peina las ramas
de ese árbol surrealista
que todavía no ha sido abatido
por el hacha, el tiempo y las tormentas.
No es la barca de la muerte,
como se supone,
que se anuncia en las olas,
si no la vida, la nueva vida
transparente como la mañana de abril.
No se toca, se palpa
con la existencia.
Está por llegar la barca anunciada
en el fardo de los años,
está echando anclaje
en este tiempo,
que no es tiempo.
Edades,
que se han quemado
y no terminan de quemar.
Nadie atiza,
el fuego es lento
en cada despertar,
la palabra quema,
la voz se quiebra en el poema,
La pasión consume
el estribillo del cantar
del primer amor
y otros amores que se guardaron
bajo el sombrero dominguero..
El abordaje
para el viaje que está previsto
en los remolinos locos
donde todo comienza
y donde termina.
con traje nuevo.
Ya está por llegar
la barca anunciada,
unos dicen que es como el cristal,
otros, que es de conchanacar.
Lo más seguro
es que no tiene despedida
¿A quién le importa?
Si es suficiente un suspiro
y con eso es bastante.
Que me ha de llevar
Con mi palabra,
con mis acciones buenas y malas.
¡No me importa, vale huevo!
Si al fin y al cabo
habrá retorno.
Y eso no es solo para mi,
es para todos. ¡Que detalle más bonito!
Y volverán de nuevo escuchar
con resonancia
el tumulto de mis pasos
que van marcando letra a letra
mi canto enamorado persistente.
Alberto Orellana Ramírez
El murmullo de la brisa
peina las ramas
de ese árbol surrealista
que todavía no ha sido abatido
por el hacha, el tiempo y las tormentas.
No es la barca de la muerte,
como se supone,
que se anuncia en las olas,
si no la vida, la nueva vida
transparente como la mañana de abril.
No se toca, se palpa
con la existencia.
Está por llegar la barca anunciada
en el fardo de los años,
está echando anclaje
en este tiempo,
que no es tiempo.
Edades,
que se han quemado
y no terminan de quemar.
Nadie atiza,
el fuego es lento
en cada despertar,
la palabra quema,
la voz se quiebra en el poema,
La pasión consume
el estribillo del cantar
del primer amor
y otros amores que se guardaron
bajo el sombrero dominguero..
El abordaje
para el viaje que está previsto
en los remolinos locos
donde todo comienza
y donde termina.
con traje nuevo.
Ya está por llegar
la barca anunciada,
unos dicen que es como el cristal,
otros, que es de conchanacar.
Lo más seguro
es que no tiene despedida
¿A quién le importa?
Si es suficiente un suspiro
y con eso es bastante.
Que me ha de llevar
Con mi palabra,
con mis acciones buenas y malas.
¡No me importa, vale huevo!
Si al fin y al cabo
habrá retorno.
Y eso no es solo para mi,
es para todos. ¡Que detalle más bonito!
Y volverán de nuevo escuchar
con resonancia
el tumulto de mis pasos
que van marcando letra a letra
mi canto enamorado persistente.